11/03/2014 - 03:42

50 Años de Profesión Perpetua

50 Años de Profesión Perpetua Hno. Enrique G. Ahumada: 50 Años de Profesión Perpetua

“A la Congregación debo el camino a la salvación, porque sólo al entrar a los seis años al colegio de los Hermanos, supe para qué estamos en la tierra, quién es Dios y que nos llama al cielo, aunque mi madre me había enseñado a rezar a Dios Padre, a María Virgen y al Ángel de la Guarda. La doctrina del catecismo transmitido por el Hno. Pablo Díaz en Valparaíso, contrastó con lo efímero del mundo, que ocupaba y preocupaba a los demás adultos del entorno familiar. Crecí con tres Presidentes de Chile masones radicales: Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio Ríos Morales y Gabriel González Videla. Según ellos la ciencia apagaría la religión, pero en el colegio aprendíamos las dos con armonía serena. 

Hermanos santos y sabios franceses fueron mi Director Luis Courtois, mi profesor de francés Jérôme Rupert y mi profesor de química, artes plásticas, filosofía y religión Dominy Marie. El Hno. Pablo Huertas Zeh citaba entusiasta a San Pablo en sus reflexiones matinales, legado exhortativo del Santo Fundador para animar la vida cristiana diaria. De los profesores seglares, Carlos Jiménez Montenegro nos enseñó cálculo mental, José Miguel Silva Sánchez gimnasia checa musicalizada y Fernando Silva Sánchez, doctrina social de la Iglesia al dar educación cívica. El Hno. David Núñez Bañados, compositor, nos dirigía en el coro de canto gregoriano y polifónico en misas aun en la catedral, únicas a las que concurría mi padre, amante de la música como buen tenor de ópera. A mis nueve años el Hno. José Gregorio empezó su clase sobre la vocación diciendo que no se debía resistir al Espíritu Santo, mi decidida cerrazón inicial se desmoronó y ese día decidí seguir a Jesús como Hermano de las Escuelas Cristianas. 

Poco duré en la Cruzada Eucarística, porque a un compañero muy molesto en misa le dejé un ojo morado – después ese Raúl Rojas murió heroicamente en el incendio de un polvorín clandestino el 1° de enero de 1953 en Valparaíso- , pero en la Congregación Mariana con el Hno. Raimundo aprendimos en círculos de estudio a ser apóstoles en nuestro ambiente. El alemán Hno. Leuthold llamado Ricardo, mi mejor profesor jefe además de religión, inglés y matemáticas, fue el único que nos contó la vida de San Juan Bautista De La Salle. En el último año de colegio acompañé al capellán a la cárcel dando catecismo a los presos: aprendí más que ellos, al conocer criminales y estafadores con los apellidos más aristocráticos, y a un humilde descalzo acólito. 

Sin permiso para ingresar a la Congregación, tuve ascensos en una empresa naviera, empecé a estudiar ingeniería y tuve la 2ª. antigüedad en el servicio militar como sargento de caballería aspirante a oficial. Dios me apartó de esos promisorios puestos y fui postulante tres años en la comunidad religiosa del Colegio De La Salle de La Reina, donde empecé a enseñar, a ser un poco scout y a aprender pedagogía. En la Universidad Católica estudié con el director del Observatorio Astronómico Rubén Toro Valenzuela, el  filósofo de las ciencias Manuel Atria Ramírez, el dominico filósofo del arte Raimundo Kupareo, el físicoCarlos Rivera Cruchaga colaborador de Werner Heisenberg, el filósofo futuro obispo Jorge Hourton y el eminente educador Enrique Cueto. En la Acción Católica Universitaria fui discípulo del agustino Agustín Martínez, iba con el artista Claudio di Girolamo a la mísera población San Manuel, asistía a retiros y acompañaba un grupo de matemáticos. 

En el noviciado en Córdoba, Argentina, el Hno. Julio Cristóbal nos encaminó en la oración mental, el Hno. Rafael Alberto en criterios teológicos y comunitarios, el Hno. Julián Andrés en la nueva catequética y el simpatiquísimo Hno Leopoldo Alecha en la convivencia siempre apostólica y alegre. En La Florida los escolásticos vivimos la pobreza y vendimiamos en 1959 y 1960, dirigidos por los santos HH. Cornelio y Leoncio Rafael, estudiamos Religión con el sabio y santo Hno. Jacinthe Anselme y tuvimos charlas espirituales de los HH Cirilo, Justino, Juan Michelis y de superiores como los HH. Fabriciano Luis y Nicet-Joseph. Allí enseñé en 1961, 1962 y 1997 y fui Director de Hermanos jóvenes en 2000.
 
Mi primer empleo fuera de la Casa de Formación fue en Temuco de 1963 a 1966 dando Religión, Matemáticas y Física, donde empecé a dar retiros cerrados a alumnos voluntarios. Surgió un grupo que se integró a la JEC diocesana, ocasión de trabajar con el obispo Mons. Bernardino Piñera, quien nos transmitía los avances del Concilio Vaticano II. Continué todo eso en Talca en 1967, donde apoyé la fundación del primer centro de alumnos en el Distrito, que después hizo mucha obra social con libertad durante el gobierno marxista de 1970 a 1973 y el militar de 1973 a 1990. 

En 1968 volví a La Reina donde había enseñado viajando desde La Florida de 1959 a 1962, como Inspector General hasta 1971 enseñando filosofía y las tres asignaturas dichas. Además fui sin nombramiento el primer animador de pastoral de un colegio lasaliano en Chile. Me tocó fundar el segundo centro de alumnos, Dios me hizo impulsar allí la primera catequesis juvenil de Confirmación de Chile como coanimador de pastoral juvenil de la Vicaría Oriente de Santiago, y la catequesis familiar de iniciación eucarística que con las sabias normas del Episcopado en 1970 se ha extendido por el mundo. A La Reina volví en 1986, de 1998 a 1999 y en 2006 y 2007 donde dí apoyo espiritual a una comunidad de padres de familia ya existente, ahora Corporación Amigos de La Salle que hace creativa obra social educativa.

La Congregación me envió al Centro Internacional Lasaliano de Roma en 1972, dirigido por los HH. Michel Sauvage y Miguel Campos, maestros en la espiritualidad de San Juan Bautista De La Salle. Por influjo del  Hno. Michel Sauvage me licencié bajo la dirección del Hno. Herman Lombaerts en Catequesis y Pastoral en el Instituto Lumen Vitae de la Universidad Católica de Lovaina. Colaboré unos meses en Saint Joseph’s  College de Londres, pasé un mes interno en Lyon estudiando lenguajes audiovisuales con el P. Pierre Babin y acompañé en dos vacaciones de verano al Hno. Leuthold enfermo en Illertissen, Alemania, donde mejoré lo que había aprendido de ese idioma al estudiar filosofía en la Universidad Católica. 

Al regresar, bajo gobierno militar colaboré a medio tiempo de 1974 a 1986 en el Instituto Arquidiocesano de Catequesis de Santiago junto al Cardenal Raúl Silva Henríquez dando cursos a catequistas em parroquias. En el otro medio tiempo dirigí la Oficina Nacional de Catequesis, donde elaboramos un programa de catequesis social y económico-política de tres años y otro de catequesis prejuvenil de tres años, incorporando en la formación de los catequistas historia de la salvación, teoría de la comunicación, sicología religiosa y antropología cultural. Los obispos me encargaron de organizar la Comisión Nacional de Pastoral Bíblica, por lo que integré el Comité Ejecutivo mundial de la Federación Bíblica Católica participando en sus asambleas plenarias sexenales en Bogotá, Hong Kong, Beirut y Dar es Salaam y publiqué libros y artículos para el personal apostólico. 

Viví de 1974 a 1980 en la Escuela Industrial Talleres de San Vicente, primer servicio lasaliano en Chile desde 1877, como profesor de Religión y Director de escolásticos, cargo que proseguí de 1981 a 1985 em la Casa Central, donde fui Visitador de 1990 a 1992 y donde he vivido sin cargo en 2010, 2011 y 2013, dando reflexión matinal diaria en la Escuela San Lázaro, dedicado a investigaciones, clases universitarias y en los seminarios de Santiago y de Talca, escritos apostólicos en libros, en revistas indexadas internacionalmente y populares y en tres Cuadernos MEL (Misión Educativa Lasallista) de la Casa Generalicia.  Enviado de 1987 a 1989 como Director de Pastoral Catequética en el Instituto Teológico Pastoral del  Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, fui Secretario Ejecutivo de RELAL, Región Latinoamericana Lasallista, y me doctoré en teología en la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín, Colombia, asunto nunca antes soñado, con una tesis sobre los comienzos de la catequesis en América Latina. 

Como Visitador pasé una semana en cada semestre en cada comunidad y dirigí los retiros distritales, inicié la Comisión de Familia Lasallista, cedí en comodato en La Florida un terreno para sede del Hogar Esperanza, puse comunidad en el Colegio San Gregorio-De La Salle de La Granja asumido por el Distrito en 1986, instalé cerca una casa de inserción para el Postulantado, del cual fui primer Director de 1993 a 1996, adonde fui enviado otra vez en 2008, 2009 y 2012. Con salesianos, maristas, Hijas de MaríaAuxiliadora, la Fundación Hogar Catequístico y la Conferencia Episcopal de Chile, CECH, fundamos en 1992 el Instituto Superior de Pastoral Catequética de Chile “Catecheticum” con programas de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, para preparar por primera vez en América Latina formadores en Pastoral Educativa, Pastoral Catequética y Pastoral Bíblica. En 2007 esos programas tomaron la forma de Magíster en Educación Religiosa en la Universidad Católica Silva Henríquez, donde sigo trabajando. La actividad académica y pastoral especializada me trajo invitaciones a cursos en el Instituto Internacional  de Pastoral Bíblica de Nemi cerca de Roma, en la Universidad Pontificia Salesiana, en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, en el Instituto Superior de Pastoral Catequética de París, además de llamarme desde 1987 como Experto de Catequesis del CELAM con servicios a las conferencias episcopales en América y Europa. Nunca he dejado la pastoral de base especialmente en educación, donde estudio y difundo dentro y fuera de la Congregación la teología y espiritualidad educativas de San Juan Bautista de La Salle, Patrono Universal de los Educadores.

La Providencia me llevó en 1995 ser cofundador de la Sociedad de Catequetas Latinoamericanos, SCALA, y en 2008 a serlo de la Sociedad Chilena de Catequetas, donde colaboramos respectivamente con el  CELAM y con la CECH en la renovación de la catequesis. Desde principios de 2013 soy el nexo de la Universidad Católica Silva Henríquez con la Universidad Católica de París, por cuya iniciativa preparan juntas el III Congreso Internacional del Catecumenado para julio de 2014 en Santiago. 

De compromiso en compromiso el Señor me ha llevado a campos cada vez más amplios, premio para quien procura cumplir siempre la voluntad de Dios según el Santo Fundador en el punto primero de la Meditación 15ª para el tiempo de retiro. A su tiempo y sin haberlo pedido, Dios me ha dado la formación necesaria para servir a las personas, a las comunidades, a la sociedad y a la Iglesia. ¿Cómo no ser feliz? 

Si más vale el ser que el hacer, escucho con frecuencia en presencia de Dios la pregunta: “¡Me amas a mí y a los demás o te buscas a ti mismo?” Como pecador pido a mis Hermanos y amigos que rueguen por mí.” 

Hno. Enrique García Ahumada



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